-->

Preguntas frecuentes


¿Cuándo es adecuado ir a terapia?

Pedir ayuda de un profesional cada vez es más habitual, la salud mental se normaliza progresivamente. Por eso, encontramos diferentes motivos por los que las personas deciden acudir a un terapeuta.

Se recomienda pedir ayuda psicológica si vives una situación que no consigues manejar adecuadamente, que te supera, que no encuentras los recursos adecuados para gestionarla.

También puedes recurrir a un profesional sin encontrarte en un estado de especial angustia, porque has visto necesario hacer un “chequeo” general de tus áreas más importantes. Lo que yo llamo una ITV emocional.

Puede ocurrir que estés experimentando un aumento de tu malestar, pero no encuentres el motivo de origen.

En cualquiera de los casos, por establecer algunas alertas, puede suceder que tu estado de ánimo se haya vuelto más inestable, que haya aumentado la ansiedad, que estés más triste de lo habitual o sientas más apatía.

Cada caso es único, sin embargo, todos tienen en común el hecho de experimentar que con tu propia gestión o la ayuda de personas cercanas, no está siendo posible llegar donde deseas.

¿Cuánto duran las terapias?

Depende de la situación de cada paciente.

Comenzamos con una sesión inicial en la que se plantea la situación general. A partir de ahí se elabora un plan terapéutico concreto. La terapia sigue una hoja de ruta y está enfocada a ciertos objetivos terapéuticos establecidos por profesional y paciente.

Por mi propia experiencia, los casos suelen requerir de un mínimo de cuatro a seis sesiones. Sin embargo, hay otras intervenciones que se alargan a un año aproximadamente.

Puede ocurrir que trabajando ciertos objetivos terapéuticos nos encontremos nuevas demandas, aspectos nuevos que el paciente desea abordar. En ese caso podría alargarse la intervención.

Una vez terminada la terapia, muchas personas eligen tener visitas muy de vez en cuando, para “revisar” su recorrido.

Sea como sea, es determinante la demanda del paciente, su capacidad de compromiso y el desarrollo de la misma terapia.

¿Realmente podemos cambiar?

La personalidad es una compleja estructura, formada por temperamento, carácter y voluntad. Estamos en constante cambio, a la vez que tenemos dinámicas de comportamiento que se repiten. Más que buscar cambios en la personalidad, lo que buscamos en terapia es la creación de nuevos hábitos cognitivos, emocionales y conductuales, que nos permitan funcionar en nuestra realidad de una manera más satisfactoria.