Solemos confundir deseo con necesidad. El lenguaje es importante, básicamente porque influye en la forma de vivir mi realidad, así que merece la pena hilar fino en estos conceptos.
Un deseo es algo que se anhela con fuerza. .Por ejemplo: Deseo encontrar un trabajo mejor, deseo perder unos kilitos, deseo una casa ideal, deseo tener muchos amigos, deseo viajar a menudo, deseo que en mi familia haya salud...
Una necesidad es algo de lo que no se puede prescindir.
Por ejemplo: Necesito descansar después de un día largo, necesito comer al menos una vez al día, necesito tener una casa o un techo donde vivir, necesito este tratamiento...
(son ejemplos muy básicos, lo sé, pero necesidades reales hay muy muy pocas).
El problema viene cuando interpretamos deseos como si fueran necesidades:
- Necesito que me entiendas.
- Necesito amigos y planes.
- Necesito adelgazar.
- Necesito estar alegre.
- Necesito comprarme eso.
- Necesito cambiar.
- Necesito que molen mis publicaciones🙄.
¡Ojito! crearse tantas necesidades es AGOTADOR, sentiré insatisfacción muy a menudo. Como si me faltara algo, o mil “algos”.
Así que a ver si podemos vivir esos anhelos como deseos y ser un poquito más hierbas, que necesidades en verdad hay poquitas, lo demás es deseable pero prescindible. Es difícil, pero si empezamos cambiando el lenguaje pues oye ya es mucho.