Quien te quiere no te hará llorar
Las relaciones tóxicas más fáciles de percibir son las basadas en algún tipo de mal trato, eso está claro. Pero esas las dejaremos para otro día. Hagamos foco en algo más pequeño: nuestros hábitos del día a día. .
Somos estupendos y comemos real food, pero podemos desarrollar hábitos tóxicos con las personas que queremos, de hecho solemos hacerlo.
Pequeñas mentiras: «Nada, sólo me tomé un par de birras».
Chantajes: «Voy a hacer lo mismo que tú para que sepas lo que se siente».
Culpabilizar: «Por tu culpa ya no me apetece ni salir, me amargas».
Quejas constantes: «Siempre haces lo mismo».
Desprecios: «Eres la única persona que se comporta así».
Mierda he hecho bingo. En fin, que queremos mucho pero a veces nos cuesta querer bien, así que no está de más revisar estos pequeños gestos del día a día y las palabras que elegimos para llegar al otro.