La elección de pareja y los referentes
¿Buscamos parejas que se parecen a nuestro padre o nuestra madre?Hace décadas que Freud habló del complejo de Edipo y complejo de Electra. Que en resumidas cuentas, es la “atracción” que el niño siente hacia su madre y la niña hacia su padre.
El caso, ¿busco un novio como mi padre? ¿Busco una novia como mi madre?
Desde luego que nuestros padres, como figuras de referencia, nos influyen en la relación con los demás. El tipo de vínculo que tengamos con ellos es clave. Pero en general, el perfil madre-padre es un factor influyente a la hora de elegir pareja.
Influye, no determina.
Y no es porque les idolatremos, sino porque hemos crecido con ellos, por tanto, alguien parecido nos hará sentir cómodos. Nos hará sentir como en casa. Incluso aunque no me haya gustado mi casa, es fácil copiar patrones.
Muchas personas que han sufrido maltrato en su familia, acaban con una pareja con el mismo
patrón. Y no es casualidad. Han aprendido que el amor y la violencia van cogidas de la mano.
Con experiencias más positivas pasa lo mismo. Si tus padres jamás se han insultado, sería raro que toleraras estar con alguien que te insulte.
En resumidas cuentas: en casa nos dan una imagen de lo que es amar, que luego podemos trasladarla a nuestra pareja. No obstante, es una idea totalmente modificable.
También en cada casa se recalcan valores concretos: el trabajo, la cultura, la sensibilidad, la paciencia, la tenacidad. Y esos valores “estrella” de tu familia tenderás a buscarlos.
Total, que si tu pareja te recuerda a tu madre o a tu padre, ¡no te asustes!. Y si no tiene nada que ver, pues santas pascuas. Cada caso es diferente.
Eso sí, por favor, POR FAVOR. Evita frases tipo “eres como mi madre”. ¡Son lapidarias!.
Además, cada persona es ÚNICA. Y menos mal.