A veces, cagarse en todo es lo más terapéutico.
A veces sólo necesitamos hablar con nuestra amiga de los malos gestos de mi jefe, de las manías de mi suegra o de que la conciliación no existe.
A veces tenemos derecho a indignarnos y cuestionar el por qué de las cosas. Sin buscar consejo o solución, sólo un oído abierto.
A veces salir del modo Mr.Wonderful sienta de maravilla.
Eso sí, una vez me he liberado de todos mis demonios es importante saber cerrar la puerta y no entrar en bucle. Así podré sentir lo liberador que es soltarlos.
Cuando tengas que decir «joder», ¡adelante!, luego respira y para adelante.
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