Escucha activa
«Estoy viendo el partido, pero tranquila, puedo escucharte a la vez»
Sabemos que en la comunicación el contacto visual es importantísimo. En conversaciones de dos está claro clarinete. Si hablo y no me mira me sentiré un mueble más.
En grupo pasa lo mismo. Es agradable hablar y que me presten atención. Pero hoy vamos a ponernos en el lugar del que escucha.
Ellos me miran, pero ¿yo respondo a la mirada de cada uno? ¿Cuento anécdotas mirando a unos e ignorando a otros? Ese pequeño gesto, esa sensación de estar escuchando a alguien que no te mira, fastidia y duele. Hace sentir muy pequeñita.
Mola sentirse escuchada. También mola saber que mi escucha es importante.
Por eso, cuando hables, intenta dirigirte a todas las personas que te escuchan, no selecciones. Son detalles importantes. Nos ayudará a ser más delicados en el trato con los demás.